Me incendio y ardo como Troya en todo su apogeo, vuelvo a caerme al vacío y no
me dan ganas de agarrarme a las cornisas. Vuelvo a no tener decencia y tampoco
prejuicios, vuelvo a sentirme arriba y al momento siguiente totalmente abajo. Pero
no es bipolaridad.
No soy capaz de gestos, de compromisos, estoy ocupada en una sangrienta guerra
conmigo misma. Y me pone los pelos de punta pensar en èl en este y en todo momento
y si se me olvida comer porquè no pensar en èl?, nunca pensè que estarìa parada en
esta lìnea y que serìa de esta manera, odio estar pendiente de mis sentimientos por
alguien màs y ver al susodicho allì parado tan cerca, inmòvil, inerte y pasivo en toda
su despreocupaciòn, ajeno a todo esto.
No puedo obligarle a que lo entienda, a él no, y a los otros les voy a dejar que se alejen
conforme me conozcan, como hasta ahora, no quiero vivir componiendo sinfonías de
desesperación y alcoholismo ni nada por el estilo, no soy asì, no soy gris, soy de colores,
pero de vez en cuando, me permito mezclar tonos y es inevitable que el gris salga.
Nunca me han gustado las metáforas pero como soy una persona de por sí furtiva
las utilizo para definirme.
Y si me preguntan, no sè, seguirè debatiendome entre lo correcto y lo incorrecto,
y sobre què lo es y què no, no sè como voy a hacer para intentar que mi camino no se
cruse con el tuyo, pero gracias, Gracias por acercarte cada vez que intento alejarme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario