
No sabía quien era aquella chica que una vez había perdido la cabeza hasta
el punto de querer dejar de existir, no sabía quien era aquella chica que perdía
oportunidades de ser feliz, no sabía porque le apasionaba el desinteres, no sabía
por qué, pero así era.
Con el tiempo su corazón se había vuelto puro hielo y el deseo de sobrevivir era más
fuerte que el de intentar ser feliz.
Quería volar de todo y no sabía como. Recordaba sin cesar todo lo que había salido
mal y le había marcado para siempre, recordó a H y cómo todo había acabado en
drama, recordó a J y como todo le había socavado tan profundo que no quedaba
nada que reconstruir, recordó todas las veces que había tenido miedo y todas las
veces que había usado su perfecta coraza para huir.
No lloró, ella no hacia eso, ya no, ahora se dedicaba a guardarlo todo en su subconsciente
esperando que éste no la traicionase y sacase lo peor de si misma en el peor momento.
Poco a poco se diò cuenta de que en ella existìan dos extremos.
Tomò un par de pastillas de Alplax y se premió a si misma con una reconfortante
y larga noche de dormir sin soñar, de descanso absoluto, de amanecer a la mañana
siguiente con una sonrisa y ganas de volver a empezar, de volver a luchar, con ganas
de comerse el mundo pisando fuerte. Como había hecho siempre, como volvería a
hacerlo, como era ella, a veces drama, a veces tragedia, pero siempre con una página
en blanco preparada para volver a empezar a escribir.
Youre no calendar..
Youre no concrete plan..
No hay comentarios:
Publicar un comentario