miércoles, 22 de junio de 2011

Negaciòn

No puedo dormir. Ya tengo un par de horas dando vueltas por la cama, y no
me quedo dormida. Y mañana cuando el despertador suene a las seis y cuarto,
me va a doler en el alma haberme puesto a escribir a las dos de la madrugada.
Pero bueno, hay cosas peores.

Llueve, sì, con fuerza y con rabia esta vez. Y a mi ya me da igual, ya no grito de rabia casi
nunca, por no decir lo poco que trueno y relampagueo. No pasa nada, la gente se hace mayor.

No llevo bien haberme hecho mayor. No llevo bien haberme hecho mayor con
diecinueve años, ni tener que estudiar, ni sobretodo, pensar que tengo que estudiar.

Mi sentido de la responsabilidad me molesta soberanamente, pero quitarlo sería como
arrancarme un brazo, y darle un tremendo disgusto a mi mamà.
A veces para demostrarme que yo también puedo ser rebelde, hago cosas,
de las que despues cuando recuerdo lo responsable que soy, me arrepiento.

Se que voy a aprovar el año, no me preocupan en exceso los exámenes y parciales,
si algo aprendì de los palos es que lo mejor es hacer las cosas al ritmo de uno.
Y yo soy màs cabezota dura, lo que me propongo lo hago, dirìa la mala.

Y hablando del ritmo de uno y del hecho de hacerse mayor..
Hoy, cuando comenzò el invierno, cuando el tema màs importante para la gente
es hablar de fùtbol (hasta las malas noticias perdieron protagonismo en el noticiro),
hoy cuando me gastè diez minutos de mi vida en mirar por la ventana catatònicamente
en vez de moverme por la casa para entrar en calor, HOY, hoy es cuando una vez màs
no quise aceptar que mi tiempo es el de simpre.

Y tampoco me llevo demasiado bien con el calendario, especialmente en esta
temporada, especialmente cuando las hojas de los àrboles terminaron de caer,
porque eso solamente puede significar una sola cosa que me preocupe,
y simpre es igual, falta exactamente un mes para dejar un año màs Atras.

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